
Cuando una persona afirma que las empresas no requieren de publicidad, es como si afirmara que usted no requiere de aire o de agua para vivir. La publicidad es, en realidad, inevitable. Mala o buena, la publicidad siempre está actuando a nuestro alrededor como una ley natural. Y usted ¿está proyectando la correcta? Trátese de una persona o de un conglomerado, la publicidad está activa, silenciosa y persistente. Una persona no es tan conocida...