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jueves, 16 de mayo de 2013



8 RAZONES POR LA QUE FRACASA SU PROPIA PUBLICIDAD.

Muchas personas, para ahorrar dinero, tienden de manejar su propia publicidad. Esto es válido siempre y cuando adquieran los conocimientos mínimos necesarios para hacerlo. Si usted quiere hacer su propio pan para reducir costos, debe aprender a hacerlo. Es muy posible que el proceso comprenda que, a menos que usted quiera ser panadero, es mejor dejar a los expertos hacer lo que saben.
Como recalqué en otro punto, PUBLICIDAD es COMUNICACIÓN. Es la manera en la usted informa sus servicios y producto o los servicios y productos de su empresa. Entonces podemos decir que PUBLICIDAD es la manera que su empresa habla.
Los principales errores que se cometen cuando los empresarios tratan de manejar su propia publicidad, son:

1.      No poseer una correcta imagen corporativa. Es difícil confiar en lo que no se ve. Este es un axioma que cualquiera comprende. Una empresa sin identidad corporativa es más difícil de captar clientes que una empresa con imagen sólida y convincente.  Su imagen corporativa es más que un logo y unos colores: su imagen corporativa es el uso que se le da a esos colores y, sobre todo, el desarrollo de su Personalidad Pública. Si no sabe lo que es una imagen corporativa o no comprende de que se trata, levante el teléfono y llame a un profesional.

2.      No comprender que la mayoría de las personas no tienen porqué saber de que está hablando usted; usted debe aprender cómo hablar con el público en general. Todos hablamos de una manera especial. Esto sucede porque cada uno tiene un campo de trabajo o interactuamos en un medio específico. Por ejemplo, si estamos entre beisbolistas hablarán de strike, out, carreras, innings, etc. Si nos codeamos con abogados tendremos ante nosotros un complicado léxico con abundancia de términos en latín y giros legales. La mayoría de personas no lo notan, pero alguien neófito en estos asuntos pasará por la pena de comprender muy poco. Por esto los publicistas aprendemos cómo ver al mismo tiempo, los dos lados de la moneda. Traducir lo que usted ofrece en un lenguaje que al consumidor le parezca atractivo, es una de las razones por la que nos pagan a los publicistas

3.      Desconocimiento de los medios de comunicación.Radio, prensa, televisión, cine, vallas, pop, web, publicidad 2.0, mercadeo directo, eventos públicos… son muchos los medios que usted puede utilizar para impulsar su empresa. ¿los conoce? ¿conoce la relación entre lo que tiene entre sus manos y la manera en que el público puede percibirlo?

4.      Suponer en lugar de saber. Error clásico entre los publicista empíricos. Promover un producto a un hombre no es lo mismo que hacerlo a una mujer. Incluso venderlo a varios hombres es diferente a venderlo a uno. Vamos más lejos, seducir a un comprador de treinta años es muy distinto que hacerlo con uno de sesenta u otro de quince. Y si el objetivo es el de quince, no se puede impulsar el consumo a uno que le guste los videojuegos de la misma manera que a otro que le encante el bicicross. Esta segmentación del target o consumidor final es aplicable a todos los demás elementos que componen a la publicidad como tal: medios, tono de campaña, modelos utilizados, fotos, fuentes, sonidos, fechas y un largo e inacabable etcétera. Nosotros, como publicistas profesionales llevamos años para dominar los elementos, y para adaptarlos continuamente a las condiciones actuales del mercado. Querer controlarlo en poco tiempo, es como pensar en hacer un curso de cirujano por correspondencia.

5.      Desaprovechar los momentos. Hay momentos por todos conocidos donde un producto puede ser mejor posicionado que en otras ocasiones. Día del Padre, Día de la Madre, Día del Niño, Navidad, etc. Pero también hay eventos que pueden impulsar la captación del consumidor por lo que usted ofrece. Puede tratarse de algo como un mundial de futbol, o incluso el paso de un cometa. Todo y cada elemento del que le público hable puede impulsar la recordación de sus productos.

6.      Menospreciar el diseño gráfico o la elaboración de una producción audiovisual. Este punto es el despeñadero de la mayoría de las campañas caseras. Algunos creen que diseñar o producir es sencillo. Al contrario: es una de las partes dónde su inversión publicitaria puede irse a la basura. El diseño de un arte se estudia con el fin de que el mensaje se atractivo para el consumidor. Los empresarios que desarrollan su propia publicidad deciden en base a sus propios gustos ¿ve el error? Usted no tiene que convencerse para apreciar a su propia empresa: usted sabe cosas que el consumidor no sabe. El consumidor tiene sus propias motivaciones, sus propios deseos de compras. Usted es un comprador; usted compra cuando siente que lo que adquiere satisface alguna necesidad. David Ogilvy, padre de la moderna publicidad afirmó: “El consumidor no es tonto; el consumidor es su esposa y ella es una persona muy inteligente”.

7.      Creer que la publicidad, por ser intangible, es fácil. Lo intangible, en líneas generales, es más difícil que lo tangible. Tome en cuenta la pintura. Un cuadro se compone del lienzo que lo soporta y las pinturas que lo impregnan. Para elaborarlo también se usaron pinceles o espátulas, dependiendo de la técnica. Incluso un caballete pudo ser necesario. Con esto se puede cualquier cuadro, pero se requiere el intangible talento de un pintor para hacer una obra de arte. La publicidad es igual. Los elementos están allí, a la vista de todos. Pero la capacidad de mezclarlos y alcanzar un resultado digno de ser apreciado depende de la experiencia, capacidad y talento del creativo involucrado.

8.      Pensar que la reacción es instantánea.Aquí tenemos el centro de la decepción de los que invierten en publicidad sin ver resultados. Como acoté en el principio PUBLICIDAD es COMUNICACIÓN. Es como cuando usted conoció a su pareja actual. Se vendió como un buen partido, demostró sus capacidades, destacó las virtudes. En contrapartida le escucharon, meditaron y luego de un tiempo, decidieron. Observe que lo que hizo fue PUBLICITARSE ante otra persona. Esta persona no reaccionó de inmediato, no le dio el SI impulsivamente.  Sólo cuando usted convenció de que era lo que decía ser, y que colmaba razonablemente las necesidades de la otra persona, sólo entonces lo compraron. En publicidad es algo parecido. Solo que el usuario es como una persona con demasiadas decepciones: desconfía mucho más. Si invierte en publicidad no espere que los resultados que esperaba se presenten apenas publique algo. La publicidad efectiva se toma su tiempo, pero cuando atrapa al consumidor lo seduce. Si desea una publicidad verdaderamente efectiva, piense que está sembrando y comprenda que pasará un tiempo antes de que brinde sus frutos. Considere que habrá avanzado sobre su competencia, tanto como haya avanzado en su publicidad.





10 RAZONES DEL POR QUÉ LAS PÁGINAS WEB PARECENNO FUNCIONAR.

Por Luis Alfredo González Pico

Hay personas que afirman que las páginas web no funcionan. Lo adecuado sería decir que lo que no funciona es la manera en que estas personas manejan las páginas web.
Las páginas web pueden llegar a ser el vendedor ideal: trabaja 24 horas al día todos los días de la semana, todo el año, respondiendo con precisión las preguntas de los potenciales compradores. Pero al igual que a un vendedor, se le debe dar las herramientas necesarias para que cumplan su función. Imagínese por un momento que tiene a un vendedor y lo manda a la calle sin catálogo, sin tarifas, sin propuestas, sin ningún tipo de guía. ¿Será que el vendedor no sirve? Vamos un poco más lejos: véase un segundo a sí mismo y a su empresa e imagine que elimina el 50% de sus insumos. ¿Podrá seguir produciendo? Muy seguramente no. ¿Esto indica que su negocio no es rentable? Definitivamente esta no sería una afirmación correcta.

1.- No comprender en qué consiste una página web. Las páginas web son solo herramientas que demostrarán su efectividad dependiendo de en qué manos se encuentran. Es como un auto. No anda si usted no lo maneja. Si usted desea una página web bajo la suposición de que con tenerla ya tendrá todo listo, despierte: esto no funciona así. Y si le dijeron que con tener una página web lo tenía todo, le mintieron. La página web debe alimentarse con información. Con enlaces, imágenes o video. Con datos que atraigan a los futuros compradores. Una página web sin administrador es igual que un Fórmula 1 sin conductor. ¿Visitaría usted una página web que es lo mismo todo el tiempo? Si a usted esto le aburre, a sus compradores también.

2.- Falta de promoción. Muchas personas no comprenden que una página web es como abrir un local en una gran ciudad. Lo primero que tiene que hacer es informar que han abierto. En vez de ello, sobran los clientes que solicitan su página web pero no lo notifican al público en general. Ni siquiera se lo dicen a sus más cercanos clientes. Coloque su página web en todo los sitios posibles, en sus correos, tarjetas de presentación; en promociones especiales, invitaciones, saludos o lo que sea. Haga que su www.ustedmismo.comsea tan conocido como su nombre. Este será un buen punto de partida para aprovechar todo lo que una web puede hacer por Ud.

3.- Exceso de adornos. Hay páginas donde el diseñador o el programador se lucen creativamente con cosas que se mueven, con detalles interesantes, con elementos curiosos… y tardan toda la vida en visualizarse. No todo el mundo posee una conexión rápida. Y aún los que la tienen, prefieren visualizar rápidamente las páginas web. Hay ocasiones que una página web es excesivamente bonita, y como decía Walter Thompson, uno de los tres pilares de la publicidad moderna sobre un comercial muy agradable: “es tan bonito que no vende nada”. Es como si usted tuviera a una vendedora tan espectacular que todos los clientes quieran verla, pero ninguno se acuerda que vende. ¿De qué le sirve? Así es una página web. Hágala práctica más que “bonita”. Hablamos de negocios, no de un desfile de modas.

4.- No responden los correos. En más ocasiones de las que se imagina, hay personas que solicitaron una página web o de su empresa, pero no están al tanto del correo que los potenciales clientes les envían. Una página web debe tener vida, movimiento, acción. Esto quiere decir que debe responder en el menor tiempo, ofrecer más, solucionar más y ser más proactiva. Es evidente que cuando decimos “una página web” nos referimos a la persona que la maneja. El error de no responder los correos puede inutilizar hasta la más maravillosa página web del mercado.

5.- Mal diseño. Nosotros somos visuales; los compradores son visuales. Quieren facilidad de lectura, rapidez en la información, soluciones a sus necesidades y respuesta a sus preguntas. Un diseñador novato tienen a mezclarlo todo y hace más difícil la navegación y comprensión de su página web. Ahora pregúntese ¿usted invertiría tiempo en descifrar una página web cuando hay muchas otras con servicios similares que son más fáciles y agradables de navegar? Asuma como un axioma de publicidad que lo que no le incomoda a usted puede incomodarle a otros. Busque diseños sencillos, claros y bien trabajados. El cliente se lo agradecerá.

6.- Pobre Información. Cuando se contrata a un diseñador o un programador web sin experiencia o peor aún, con experiencia pero sin motivación, generalmente acabará con un cascaron vacio. El cliente se nutre de lo que usted coloca en su página web. Si vende carros, no sólo venda carros, venda emoción; si vende chocolate, sedúzcalo. Dele al cliente la información que necesita y un poco más. Un diseñador y programado profesional tiene las herramientas para saber qué es lo que el cliente desea y tener lista la respuesta a la gran mayoría de preguntas. Usted siempre vuelve al lugar donde se entretiene mientras se informa, ¿verdad?

7.- Escasa actualización. Las páginas web son como las noticias: tienen que variar para ser atractiva. Una página web que no cambia podrá llamar la atención de los primeros clientes, pero dará muy mala impresión a los siguientes visitantes. Debe mantener información fresca. En algunos casos basta con agregarle algo semanalmente, algo que se vea como nuevo. Los dueños de páginas web exitosas con consientes de que estas actualizaciones son, a su vez, nuevas herramientas de promoción de servicios y productos, y elementos de captación de clientes. Actualización, actualización. ¿Por qué alguien debería interesarse en su producto si usted no muestra interés en actualizar su página?

8.- No aprovechar sus cualidades. Piense en un anunciante que vende tortas, pero no sube fotos del producto a la página web, ¡desaprovecha la capacidad que tiene una imagen para impactar al consumidor! Una empresa de eventos puede explotar muy bien la posibilidad de colocar fotos, videos y un calendario de eventos, amén de otros activos. Pero si no lo hace, no está aprovechando lo que la página web puede aportar. Cómo verá, esto no es culpa de la página web: es culpa del diseñador que no supo guiar al cliente, y culpa del cliente por no averiguar todo lo que una página web ofrece. En una ocasión tuve por cliente a la dueña de una venta de muebles muy hermosos. No quiso colocar fotos en la web porque, según ella “les robaban el diseño”, y después se quejó que nadie los visitaba ni preguntaba nada. ¿La culpa es de la página? Saque sus conclusiones.

9.- No aprovechan las herramientas relacionadas. La página web posee recursos de promoción de gran interés para el consumidor: boletines, listado de clientes, promociones, servicios especiales, además de la publicidad 2.0. Vincule su página web a estos elementos de promoción y, sobre todo PROMOCIONE. Las páginas web son las herramientas perfectas para que todos hablen de su empresa y de sus productos. Sólo basta con aliarse con personas que sepan aprovecharse de esta herramienta tecnológica y, sobre todo, que usted tenga la voluntad de sacarle todo el provecho que puede y que merece.

10.- No contar con la asesoría adecuada. Es común que se busque lo más económico del mercado. Es común, pero no siempre es lo correcto. No me canso de pregonar que una empresa es tan importante como lo que se esté dispuesto a invertir en ella. Una página barata pero inservible, es una página cara. No sólo por el dinero que usted tiró a la basura, sino por la pobre imagen que deja en los visitantes a su página. Si no está dispuesto a invertir correctamente es mejor que no desperdicie su dinero. Si tiene un programador de confianza, busque el respaldo de profesionales en publicidad. El hecho de que un programador sepa hacer una página web no es indicio que sepa cómo hacer una BUENA página web. Además, la asesoría profesional le permitirá unificar todos los conceptos de su empresa en una imagen corporativa correcta, sólida y creíble.

Por ello es evidente que si una página web no brinda los resultados que usted esperaba, la culpa no es de la página web. Antes de invertir en un soporte publicitario, pregunte, pregunte todo lo que desee. Si le responden todas sus dudas, sabrá que está hablando con un profesional competente.